El Club Deportivo Bala Azul Hospital del Guadalentín empató en el Estadio Sánchez Cánovas ante el Unión Molinense, equipo de la parte alta de la clasificación que aún no había conocido la derrota en su feudo.
Pese a que el volumen de ocasiones del partido estuvo a favor de los de David Cano, la primera clara fue para los locales con un disparo que impactó en el palo. El aviso despertó a los nuestros, ante un equipo con grandes jugadores en todas las líneas.
La primera parte transcurrió con calma, el Bala intentaba dañar en las transiciones mientras que los molinenses aglutinaban más balón, aunque gran parte del peligro y centros laterales estaban en las botas del extremo Víctor Juliá. Cerca del minuto 40, Furtado estuvo cerca de hacer el primero tras recoger un balón dentro del área y conectar un potente disparo al palo corto que detuvo Hugo con maestría.
Llegado el minuto 45′, una jugada embarullada dentro del área con un larguero de por medio sirvió para que Iker Cabrera fuera el más listo de la clase y lograra anotar su tercer gol de la temporada.
Un gol balsámico que nos hizo irnos por delante en el tiempo de descanso.
En la segunda mitad el Bala salió como un Huracán, teniendo 3 ocasiones, dos de ellas dobles, clarísimas en los 5 primeros minutos. Fue incomprensible que el balón no llegara a entrar.
En el 46′, Furtado realizó una gran jugada individual que finalizó con un disparo mordido que acabó impactando en el larguero. En el córner posterior, López remató solo en el segundo palo a placer, pero el balón se fue ligeramente.
El Molinense no sabía como reaccionar ante la avalancha del Bala y aún quedaban las más claras. La primera una triple ocasión en la que tras sacar dos ocasiones claras dentro del área, Hugo se lució con una palomita ante el disparo ajustado de Carlos Almada desde la frontal y para cerrar, Hugo volvió a sacar dos balones bajo la línea a Alejo, uno de ellos estando completamente vencido y dando una gran exhibición de reflejos.
El Bala siguió apretando pero el Molinense logró recomponerse, intentando llegar al área de los nuestros con centros laterales donde Emilio no hacía concesiones. Pero en el 84′ la cosa se torció. Alejo vio una doble amarilla en dos jugadas consecutivas y el Molinense se vino arriba. En uno de esos centro laterales, Parra tocó lo justo para poner el empate en el marcador.
Los últimos minutos fueron de sufrimiento para los nuestros ante un Unión Molinense que metió la directa pero defendieron de forma estoica para llevarnos al menos un punto de uno de los campos más complicados de la categoría.
El domingo que viene nos vemos en Bullas, afición.
