Cuarta jornada sin ver puerta para un CD Bala Azul que sigue mostrando una gran versión, pero al que la fortuna le sigue dando la espalda. En Alumbres, ante SFC Minerva, los de David Cano fueron nuevamente superiores en todas las fases del encuentro, generando un buen número de ocasiones y dejando claro que el equipo compite, domina y propone. Solo faltó el gol.
El encuentro comenzó con una Minerva que buscaba construir desde atrás, pero que se topó con un Bala Azul muy ordenado y sólido defensivamente. Los locales apenas pudieron trenzar jugadas de peligro y Emilio , guardameta visitante, apenas tuvo trabajo más allá de un disparo sin complicaciones.
Poco a poco, el Bala se fue adueñando del balón y del partido. En campo rival, los nuestros mostraron sus mejores minutos, con un Iker eléctrico por dentro y un Carmelo muy participativo en el peso del ataque. Las llegadas empezaron a sucederse y el gol parecía cuestión de tiempo.
La primera gran oportunidad llegó en una contra perfecta conducida por Carmelo, que filtró un pase medido a Furtado. El portugués se plantó solo ante el meta, pero su remate se marchó fuera. Poco después, Castaño tuvo el tanto con un cabezazo a bocajarro, pero el portero local, Carlos Molina , se lució con una intervención espectacular que mantuvo el empate.
En el tramo final, Ferni tuvo la más clara y, cuando lo tenía todo de cara, el bote del balón impidió el tanto que habría hecho justicia al esfuerzo del equipo.
El marcador no se movió, pero las sensaciones volvieron a ser positivas. Los de Cano siguen creciendo y demostrando que el camino es el correcto.